Maria Isabel Coll Gaete, es una mujer que tuve el gusto de conocer hace un tiempo atrás. Ella vive en Pedregal de Rapel, comuna de Monte Patria, en un lugar precioso llamado Curantú.
No tengo el placer de conocer el lugar, ni de conocerla mucho a ella, pero el ratito que hablamos durante una pausa en el diplomado de gestión y liderazgo emprendedor, me bastó para saber que estaba frente a una persona excepcional.
Se que vivía en Santiago, pero producto del stress que significa someterse día a día a esta cuidad, prefirió migrar a un lugar que conocía desde pequeña. Al momento de llegar, descubrió que ese era su lugar y desde ahí no ha parado de trabajar. Construyó su propia casa, hizo unas cabañas, se dedica a la agricultura, fabrica tejido en lana natural que tiñe con colorantes vegetales, ha creado un criadero de Kuvasz (una extraña raza de perros oriundos de Hungría y más conocidos en las tierras vecinas de Argentina) y un sin fin de otras actividades.
Es verdad que me falta mucho por conocer de esta hermosa mujer, de una mirada cautivante y de una labia fascinante. Pero, luego de pedirle su aprobación (la cual cortésmente me brindó) quise hablar de ella aquí, en mi blog, porque creo que es un espacio en el cual puedo dar a conocer actividades, personas y trabajos, que a mi juicio, son dignos de conocer. La relación que tiene con la tecnología (tiene tres blogs, más una página de Internet sobre su empresa de Turismo), la capacidad para formar redes (está promocionando sus alfombras tejidas en Antofagasta), la habilidad para restacar lo propio de su espacio más lo cautivante de lo nuevo, es que hacen a Maria Isabel Coll, un ejemplo de emprendimiento. Vive en las montañas, pero está más conectada que muchos de nosotros que estamos con el wifi hasta en el baño. Tiene grandes sueños y narrativas que hablan sobre hacer de su comuna un lugar mejor, tiene los cojones para jugársela por sus decisiones y tiene una hermosa vida que muchos nosotros quisiéramos para nosotros.
¿Qué hace que no podamos cumplir nuestros sueños?
La decidía, el miedo, la autocompasión. Estados de ánimo que Maria Isabel no instaló al momento de dejar todo en Santiago e irse a las montañas. O por lo menos, eso pareciera cuando decide comprarse un terreno en donde ni siquiera había camino para llegar a él.
Es por todo lo anterior, que los invito a que se den el tiempo de visitar sus páginas y ver las maravillas que hace con sus manos, el hermoso lugar en donde tiene sus cabañas, los tiernos perritos que vende y las hermosas palabras que escribe.
Muchas veces buscamos personas a las cuales aspiramos parecernos, yo puedo decir que encontré a una. Quizás no viviría en las montañas, quizás si, pero lo que sin lugar a dudas espero ser, es una persona tan llena de gracia, de luz y de paz en el corazón.
Eso es todo lo que les quería decir. Les dejo las páginas (en los links) para que la visiten y le escriban!
No tengo el placer de conocer el lugar, ni de conocerla mucho a ella, pero el ratito que hablamos durante una pausa en el diplomado de gestión y liderazgo emprendedor, me bastó para saber que estaba frente a una persona excepcional.
Se que vivía en Santiago, pero producto del stress que significa someterse día a día a esta cuidad, prefirió migrar a un lugar que conocía desde pequeña. Al momento de llegar, descubrió que ese era su lugar y desde ahí no ha parado de trabajar. Construyó su propia casa, hizo unas cabañas, se dedica a la agricultura, fabrica tejido en lana natural que tiñe con colorantes vegetales, ha creado un criadero de Kuvasz (una extraña raza de perros oriundos de Hungría y más conocidos en las tierras vecinas de Argentina) y un sin fin de otras actividades.
Es verdad que me falta mucho por conocer de esta hermosa mujer, de una mirada cautivante y de una labia fascinante. Pero, luego de pedirle su aprobación (la cual cortésmente me brindó) quise hablar de ella aquí, en mi blog, porque creo que es un espacio en el cual puedo dar a conocer actividades, personas y trabajos, que a mi juicio, son dignos de conocer. La relación que tiene con la tecnología (tiene tres blogs, más una página de Internet sobre su empresa de Turismo), la capacidad para formar redes (está promocionando sus alfombras tejidas en Antofagasta), la habilidad para restacar lo propio de su espacio más lo cautivante de lo nuevo, es que hacen a Maria Isabel Coll, un ejemplo de emprendimiento. Vive en las montañas, pero está más conectada que muchos de nosotros que estamos con el wifi hasta en el baño. Tiene grandes sueños y narrativas que hablan sobre hacer de su comuna un lugar mejor, tiene los cojones para jugársela por sus decisiones y tiene una hermosa vida que muchos nosotros quisiéramos para nosotros.
¿Qué hace que no podamos cumplir nuestros sueños?
La decidía, el miedo, la autocompasión. Estados de ánimo que Maria Isabel no instaló al momento de dejar todo en Santiago e irse a las montañas. O por lo menos, eso pareciera cuando decide comprarse un terreno en donde ni siquiera había camino para llegar a él.
Es por todo lo anterior, que los invito a que se den el tiempo de visitar sus páginas y ver las maravillas que hace con sus manos, el hermoso lugar en donde tiene sus cabañas, los tiernos perritos que vende y las hermosas palabras que escribe.
Muchas veces buscamos personas a las cuales aspiramos parecernos, yo puedo decir que encontré a una. Quizás no viviría en las montañas, quizás si, pero lo que sin lugar a dudas espero ser, es una persona tan llena de gracia, de luz y de paz en el corazón.
Eso es todo lo que les quería decir. Les dejo las páginas (en los links) para que la visiten y le escriban!
Curantú, paisaje de dorados atardeceres.
Rapelina, hija de Rapel
Kuvasz, Criadero Curantú... aquí estan los hermosos perros que vende Isabel, son grandes compañeros.
Kuvasz, Criadero Curantú... aquí estan los hermosos perros que vende Isabel, son grandes compañeros.
Coll, mayorquines en el mundo.